4 de mayo de 2016

CAPERUCITA FEROZ


Cuando la dulce niña se desnuda
y se mete en la cama con el lobo
-que lleva el camisón de la abuelita-,
todos pensamos que en el fondo quiere
que el animal consume el sacrificio,
porque nadie con ojos en la cara
podría confundir a un lobo fiero
con una vieja chocha, y menos alguien
como Caperucita, que es la nieta
de la vieja en cuestión. De forma y modo
que hay que dejarse ya de tonterías
y llegar a la misma conclusión
que Bruno Bettelheim en Psicoanálisis
de los cuentos de hadas, a saber,
que, al meterse en la cama motu proprio
y no hacer movimiento para huir,
lo que quiere la niña es acostarse
con la bestia, ofrecerle lo que tiene 
-que no es solo la roja caperuza,
el pastel y el tarrito de manteca-
y acabar convirtiéndose en mujer.


Luis Alberto de Cuenca.


No hay comentarios:

Publicar un comentario