Y si, como suele ser habitual, le ve sin hacer nada, se sienta a su lado a escuchar alguno de los temas que han recorrido sus biografías, porque las biografías se pueden escribir, pero también escuchar: uno puede retroceder en el tiempo a través de canciones que le llevan de viaje a un momento concreto de un tiempo que ya no volverá. Y ella, a la que tantas veces ha escrito, a la que tantas veces ha convertido en el centro de sus historias, apoya su cabeza sobre su compañero y los dos, sentados, dejan pasar las horas en silencio, él sin saber que, por ejemplo, durante una época, el concierto para piano número 3 de Béla Bartók no paraba de sonar entre esas mismas cuatro paredes y que sonó tanto que terminó por colarse de alguna manera en uno de los libros que él ahora no sabe que escribió.
Existe una tradición japonesa llamada Kintsugi que consiste en arreglar fracturas de cerámica con barniz de resina espolvoreado o mezclado con polvo de oro, plata o platino.
Esta filosofía plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y que deben mostrarse en lugar de ocultarse, y además hace embellecer al objeto, poniendo de manifiesto su transformación a lo largo del tiempo.
Al igual que los objetos, las personas también nos rompemos. Al nacer nuestra piel es suave, pero tras algunos rasguños, caídas y heridas esa misma piel se va llenando de señales que con el tiempo se convertirán en cicatrices.
Hay heridas que vemos venir, a veces, incluso nosotros mismos somos los que llevamos el arma que las produce, pero otras llegan sin esperarlas, sin sentido. Llegan en un instante en el que todo nuestro mundo se tambalea y nos hacen estallar en mil pedazos.
"El mundo nos rompe a todos, mas después, algunos se vuelven fuertes en los lugares rotos."
Ernest Hemingway.
La mañana del 11 de marzo de 2004 se quedó grabada en un país entero. En un instante acababan con la vida de casi doscientas personas. Con sus muertes se truncaban parejas, ilusiones, metas por cumplir, y sumían a sus familias en una pesadilla que perdura a través del tiempo.
De una u otra manera a todos se nos rompió algo ese día. Quedamos mudos ante el horror y el dolor de las historias que nos llegaban a través de los medios de comunicación. Todos teníamos algo en común, nos convertíamos en víctimas de la sinrazón de unos verdugos.
El paso de los años y el estar inmersos en nuestra rutina diaria nos hace olvidarnos de todo aquello. Es nuestra manera de sobrevivir, de seguir adelante. Por desgracia nos estamos inmunizando ante el dolor y si es ajeno, mucho más. Por ello creo que es necesario echar la vista atrás para recordar nuestro pasado, recuperar aquellos sentimientos y seguir aprendiendo de aquellas vivencias.
"La esperanza es aún tan legítima como el miedo"
Nuria Labari.
COSAS QUE BRILLAN CUANDO ESTÁN ROTAS me ha hecho volver a aquellos días, recordar aquel miedo que se instauró en cada uno de nosotros, en que la vida es solo un préstamo y que debemos aprovechar cada uno de sus instantes.
Nuria Labari, nos lleva a aquellos días a través de la mirada de una periodista, Eva. Con ella conoceremos las historias y escenarios que fueron el epicentro de la noticia durante aquellos días. Pero también descubriremos a una mujer que lleva a cuestas su propia fragilidad. Una mujer que desconoce a la personas que forman parte de su vida y que se encuentra tan perdida como esas familias que sufren el horror de esos días.
Eva, tratará de responder a todas esas preguntas que se nos vienen a la cabeza cuando nos ocurre una gran tragedia...¿qué estoy haciendo con mi vida?, ¿qué es lo realmente importante?,¿conozco a las personas que me rodean?, ¿estoy en el lugar y con las personas correctas?, ¿cuántos abrazos y te quiero he dejado escapar?.
No tengamos miedo a rompernos. Aunque parezca inverosímil en los peores momentos de nuestras vidas podemos encontrar las mejores respuestas, y a veces, vienen acompañadas de personas.
"Hay gente dispuesta a buscar el brillo en cualquier parte, en un cristal o en el filo de una navaja. Hay personas dispuestas a buscar en el fango hasta cortarse las venas con esos cristales tan brillantes."
"Ahora ya no forma parte de algo aburrido y completo. Ahora es mejor. Es capaz de reflejar otras cosas y brilla por sí solo...Tú brillas porque estás rota."
