12 de junio de 2016

LAS BIOGRAFÍAS SE PUEDEN ESCRIBIR, PERO TAMBIÉN ESCUCHAR.


Y si, como suele ser habitual, le ve sin hacer nada, se sienta a su lado a escuchar alguno de los temas que han recorrido sus biografías, porque las biografías se pueden escribir, pero también escuchar: uno puede retroceder en el tiempo a través de canciones que le llevan de viaje a un momento concreto de un tiempo que ya no volverá. Y ella, a la que tantas veces ha escrito, a la que tantas veces ha convertido en el centro de sus historias, apoya su cabeza sobre su compañero y los dos, sentados, dejan pasar las horas en silencio, él sin saber que, por ejemplo, durante una época, el concierto para piano número 3 de Béla Bartók no paraba de sonar entre esas mismas cuatro paredes y que sonó tanto que terminó por colarse de alguna manera en uno de los libros que él ahora no sabe que escribió.


La vida a veces
Carlos del Amor.




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