30 de agosto de 2015

UNA VIDA LLENA DE INSTANTES


"La felicidad no existe en la vida.
Solo existen momentos felices"

Jacinto Benavente


No existirá la felicidad completa pero la vida está llena de instantes de felicidad.
Esos que nos hacen sentir plenos y que se harán eternos en nuestra memoria.
   Están ahí, solo hay que saber verlos para poder disfrutarlos.
   Si os hiciera la pregunta de: ¿Cuál es tu instante de felicidad?, me encontraría con tantas respuestas como personas encuestadas. 
    Alguien me repite muy a menudo que cada cuál vive y disfruta la vida a su manera y por ello no tiene que ser una mejor que otra. 
   Todos somos distintos. Nuestras ideas, intereses y prioridades son diferentes pero todos tenemos algo en común, queremos ser felices.
  Por ello debemos aprovechar cada uno de esos instantes, sean cuales sean y valorar la belleza de las cosas simples.

 Hay tantos instantes como historias vividas...seguro que te reconoces en algunos de ellos:
  • Mirar ese cuadro que sin saber por qué te transmite tanto.
  • Escuchar esa canción que te traslada a un lugar o momento vivido.
  • Recibir ese mensaje inesperado preguntándote ¿Qué tal estás?
  • Viajar a tu ciudad favorita y perderte por sus calles.
  • Mirar a alguien y poder ver su verdad a través de sus ojos.
  • Contemplar un atardecer en la playa.
  • Volver a casa tras un viaje largo y poder descansar en tu cama abrazada a tu almohada.
  • Tumbarte cualquier tarde de Otoño en el sofá con tu manta preferida.
  • Disfrutar de la lectura de un buen libro.
  • Descubrir tu propia sonrisa en la sonrisa inocente de los niños.
  • Ese café en compañía de tus amigas o familia.
  • Ese abrazo inesperado que te desarma por dentro.
  • Volver a casa tras el trabajo, encontrarte con tus hijos y sentir su olor, ese que traspasa el alma.
  • Poder ver en la noche a tus hijos soñando con superhéroes o princesas y a la mañana despertarlos con un beso.
  • Disfrutar de tu trabajo y ver que es recompensando.
  • Tener la capacidad de transmitir a través del papel lo que sientes y ver que tu sensibilidad llega a personas que sienten y padecen lo mismo que tú.
  • Ese momento en el que sin saber ni cómo ni por qué alguien se acerca por detrás, te abraza y te dice, te quiero.
  • Bailar junto a tus hijos y acabar rendidos en el sofá.
  • El olor a tierra mojada tras una tormenta.
  • Salir a correr en un día soleado acompañado por tu música favorita.
  • Jugar un partido de fútbol con los amigos de siempre.
  • Disfrutar de ese diálogo con uno mismo en soledad.
  • Dormir a pierna suelta cuando te encuentras sola en la cama.
  • Reír con los amigos por cualquier tontería y darte cuenta que los quieres por encima de todo.
  • Ver como una sola caja de cartón se puede convertir en el vagón de un tren que lleva a tu hija a soñar por unos momentos.
  • Ver por primera vez la imagen de tu hijo...
   Estos son solo unos pocos de esos instantes, seguro que añadirías muchos más. 
   De eso se trata, de acumular tantos instantes como sean posibles. Solo debemos estar atentos para que no se nos escapen.
   En esta vida nunca estamos satisfechos con lo que tenemos y así nunca podremos decir que somos realmente felices. No es malo tener sueños, es incluso necesario. Pero tampoco seamos injustos con nosotros mismos, no debemos exigirnos demasiado. Vale la pena disfrutar de lo que ya tenemos y saber valorarlo.
   Por ello, disfruta, disfruta y mucho. Exprime cada uno de esos pequeños instantes de felicidad y hazlos eternos.

Y recuerda...

Que lo urgente no le quite tiempo a lo que en verdad importa.






Gracias por vuestras visitas.



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