1 de septiembre de 2015

De profundis

Hacía mucho tiempo que quería leer este libro y gracias al regalo de una amiga lo estoy disfrutando estos días. Es la primera vez que leo un gran clásico y aunque tenía mis temores he de decir que me está encantando.
Me está pareciendo una obra desgarradora en la que el autor describe su sufrimiento durante dos años en la cárcel a causa de la traición de un amigo. 
Pero a pesar del sufrimiento y la pena que le invade, sus palabras solo desprenden esperanza, emoción y perdón.
No culpa a su amigo de la situación en la que vive sino que se culpa de la torpeza de sus propios actos que le llevaron a confiar en él.
Página tras página hace una reflexión sobre el comportamiento humano, la culpa, el perdón, y desnuda su alma

Os dejo varias líneas de esta gran obra:





"Y es que la vida de la cárcel...nos hace rebeldes. En lugar de partirnos el corazón, pues los corazones están hechos para eso, para que los rompan, nos lo convierte en piedra...Y quien se halla en rebeldía no puede participar de la gracia, pues en la vida como en el arte, el estado de rebeldía cierra los canales del alma y no deja entrar los consuelos del cielo.
...si en algún sitio he de aprender las enseñanzas de la humanidad, aquí habrá de ser, y a pesar de las muchas veces que me caeré en el lodo, caminando inseguro entre la niebla, he de alegrarme al ver que mis pies están en el buen camino y mis ojos vueltos "hacia la puerta de la hermosura""

"No lamento ni un momento haber vivido para el placer; viví para él intensamente, cual debe hacerse todo lo que se hace. No hubo ninguna copa de placer de la que no bebiese. Arrojé la perla de mi alma en una copa de vino. Descendí al son de la flauta la senda florida y me alimenté de miel. Pero continuar con esa vida hubiera sido una equivocación: mi vida habría quedado incompleta, y era preciso seguir avanzando. También la otra mitad del jardín me reservaba sus secretos."


Oscar Wilde





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