12 de febrero de 2017

LA RESPUESTA ES NO SER COMO ELLOS

"Apostando más de lo que nunca tuve, aprendiendo
a sentirme cómodo en la derrota."

Hay libros que no necesitan demasiadas palabras para introducirlos ya que cualquiera de ellas podrían desmerecer la obra.
Hay libros que solo necesitan de sí mismos para describirse y publicitarse, ya que no hay mejor promoción que la esencia de uno mismo. Y creo que el autor del libro que os traigo ha dejado su huella en cada uno de sus poemas. 

"Nos medimos la piel, y nos pusimos a prueba
un tiempo."

Hace unos días la casualidad hizo que llegaran a mí unos versos de un poeta que desconocía. Fue leerlos y automáticamente anoté su nombre en mi lista de próximas lecturas.

Pablo Benavente, un joven gaditano que ya tenía publicados dos libros anteriores, "Circo de Quimeras (Harpo) e Izar la negra (Frida Ediciones), pero me decidí a leer la última de sus publicaciones.

En unos días tenía entre mis manos "La respuesta es no ser como ellos", y al abrirlo me encontraba con una dedicatoria de su autor que decía:

" La única respuesta
válida, de haberla, 
sólo la sabes tú.

Ellos son el resto."


Estos versos eran solo el aperitivo de lo que me esperaba en cada una de sus páginas. Estas, han quedado llenas de marcas ya que hay versos que no merecen ser olvidados.

"Te quiero libre 
aunque nunca me haya sentido tan parte de algo
como llenándote."

Cierro este libro respondiendo a muchas preguntas que quedaron sin respuesta en algún momento, pero también lo cierro haciéndome otras muchas más. 
Porque de eso se trata, de hacerse preguntas que nos ayuden a mejorar cada día para no ser como ellos.

Anuska.

SOL

Me marcho porque soy incapaz de verte y no mirarte
y mis ganas, como los posos que por vergüenza y miedo
seguimos dejando secar al viento,
siguen tu sonrisa por el bar
apuntando en recuerdos cada detalle, cada ápice de risa,
cada mirada de reojo y reflejo en la mía.
Marcho porque siento que tu luz,
la del Sol,
la que no es de nadie y nos sirve a todos,
hoy,
debe iluminar otro océano.
Marcho porque el segundo beso, en la mejilla
nunca es en la mejilla y me aterra
promocionar a cotidianas estas cosquillas en el estómago.
Me marcho por no saber cómo quedarme sin ti,
por el miedo a perder la humildad en la derrota,
el ansía de volver a mezclarte con el cosquilleo en la lengua
de la primera calada;
por pánico
a hacerle frente a tu comodidad
con mis miradas.
Hasta pronto.
Estás preciosa, igual que la vez anterior
que te vi.
Que te lo dije.



Pablo Benavente & Luis Fercán


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